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El proyecto liderado por la Doctora en Psicología de la EPUC concluyó con un seminario online en el que participaron estudiantes, académicos, autoridades gubernamentales e invitados internacionales. “Disfruté muchísimo hacer este proyecto, en el que tuve la suerte de trabajar con personas increíbles y con la colaboración del FOSIS, con quienes cumplimos todos los objetivos planteados y sacamos adelante productos que no teníamos contemplados”, asegura la académica.

Con la realización del seminario online “Tejiendo Vínculos: aspectos clave del vínculo entre participante y agente de intervención grupal-comunitario y socio-institucional”, se dio por concluido el “Proyecto Vínculos”, investigación Fondecyt a cargo de la académica de la EPUC, Marianne Daher, que indagó en los procesos asociados a la implementación de programas sociales de intervención en pobreza relativos a los vínculos entre participante y agente de intervención, grupales comunitarios y socio-institucionales.

https://www.psicologia.uc.cl/wp-content/uploads/2020/10/marianne_daher.png 400w" sizes="(max-width: 224px) 100vw, 224px">En la instancia participaron 225 personas, entre las que se encontraban estudiantes, académicos, profesionales y autoridades del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), entre otros, quienes pudieron escuchar las reflexiones en torno al proyecto de la Coordinadora de Investigación e Internacionalización de la Facultad de Ciencias Sociales UC, Francesca Faverio, del investigador internacional asociado de la Victoria University (Australia), Christofer Sonn, y de José Cisterna, encargado nacional del Programa Familias (FOSIS), iniciativa social dirigida a personas en situación de pobreza que cuenta con la mayor cobertura y destinación de presupuesto en Chile.

“Disfruté muchísimo hacer este proyecto, en el que tuve la suerte de trabajar con personas increíbles y con la colaboración del FOSIS, con quienes cumplimos todos los objetivos planteados y sacamos adelante productos que no teníamos contemplados, como guías, podcast, capítulos, etc. Siento una gran satisfacción mezclada con un poco de tristeza por terminar”, comenta Marianne Daher.

“Quisiera agradecer profundamente a todas y cada una de las personas que han integrado el equipo a lo largo de estos cuatro años, partiendo por Antonia Rosati, la coordinadora, así como María José Campero, Sofía Stevenson, Tamara Guarda, Daniela Ramírez, Catalina Montero, Constanza Cárdenas, Manuela jordán, Javiera Palma, Francesca Silvestro, Tomás Palma, Carolina Wedel, Isidora Medina, Victoria Turner, Carlos Briones, Rafael Quiroga, Emilia Mujica, Teresita Matte, Olivia Matus, Emilia Sánchez, Ysidora Poseck, Osvaldo Quezada, Elizabeth Bunster, Javiera Mora y Camilia Chia”, añade la académica.

Según cuenta la investigadora, durante 2024 se publicarán nuevos artículos vinculados al proyecto, mientras se espera la adjudicación de fondos para dar continuidad a la línea de investigación sobre programas sociales de intervención en pobreza, esta vez con foco en la salud mental y el bienestar. “Dejo abierta la invitación a universe a otras y otros académicos, así como estudiantes que estén interesados en contribuir a las políticas públicas desde la investigación”, plantea.

Resultados

El “Proyecto Vínculos” se ejecutó durante cuatro años, periodo que dejó una serie de conclusiones en torno a la importancia de la generación de vínculos entre agentes de intervención y participantes de los programas sociales para incrementar su impacto. El proceso involucró al Programa Familias del FOSIS y a una serie de equipos psicosociales en distintos municipios del país. En ese contexto, se realizaron entrevistas individuales y grupos focales a participantes del programa y agentes de intervención, además de ejecutores externos de iniciativas locales y otros actores de la red, tanto en zonas urbanas como rurales.

En el caso de las relaciones entre participantes y agentes de intervención, uno de los principales resultados fue la existencia de distintos tipos de vínculos según cómo se manifiesten las dimensiones interaccionales, técnicas y afectivas del mismo, habiendo vínculos fortalecidos y debilitados, además de técnicos, afectivos y basales; los cuales tienen diferentes tipos de efectos que pueden ser integrales o limitados, objetivos o subjetivos, de soporte o de proyección; siendo clave el fortalecimiento del vínculo como una herramienta fundamental para potenciar los efectos en el bienestar de las personas participantes. “Así, descubrimos el proceso de desarrollo del vínculo fortalecido desde su establecimiento, construcción, consolidación, hasta su atenuación progresiva tras el término de intervención”, cuenta la Doctora en Psicología. “Un resultado inesperado, pero muy relevante, fue el constatar situaciones de violencia en el marco de la intervención social, así como oportunidades para implementar los programas desde una aproximación íntegra”, agrega.

Al hablar de vínculos grupales comunitarios, y considerando la feminización de la participación en programas sociales y la adopción de un enfoque de género para este estudio, se destaca la colectivización de la experiencia -gracias a la empatía, identificación y vinculación al compartir vivencias similares- y la conformación de un círculo de apoyo en materia de crianza y salud mental. “Acá se reveló la potencia de la intervención entre mujeres para el desarrollo de vínculos desde una mirada relacional de la pobreza y un enfoque de género, así como la importancia de la función espejo para la colectivización de experiencias individuales”, explica la académica de la EPUC.

En cuanto a los nexos socio-institucionales, se destaca el descubrimiento de dos lógicas que se dan en el trabajo en red: la humanización y la institucionalización. La primera hace referencia al funcionamiento de la red desde las voluntades personales y las relaciones interpersonales de quienes las integran; la segunda, en tanto, habla de los lineamientos asociados al marco institucional, mas no a voluntades personales y relaciones interpersonales. “A partir de estas dos lógicas, la invitación es a un trabajo en red con miras al desarrollo de institucionalidades fuertes pero humanizadas, que favorezcan el bienestar de sus agentes de intervención, actores de la red y participantes”, finaliza. En todos los casos se reconocen particularidades territoriales y transversales asociadas a aspectos culturales, institucionales y geográficos.