La segunda Jornada Interdisciplinaria de Neuropsicología Clínica: “Atención y Lenguaje: Desarrollo y procesos cognitivos”, actividad organizada por nuestro Centro de Tecnologías de Inclusión CEDETi, estuvo a cargo Francisco Aboitiz, biólogo y Ph.D. en Neurociencia; quien dio a conocer lo mecanismos neuronales del control de la atención, así como la organización de la red neuronal del lenguaje humano.
En una primera parte de la exposición, Aboitiz se enfocó en el control de la atención y en cómo logramos filtrar o seleccionar aquellos estímulos que son los relevantes en un momento determinado, indicando que el déficit atencional sucede cuando “ese filtro, no es bueno” y genera dos grandes síntomas: la inatención y la impulsividad.
Al respecto, señaló que existen factores de riesgo prenatales para el déficit atencional y factores de riesgo ambientales; y destacó que el factor de riesgo más importante es que alguno de los padres tenga déficit atencional.
“Esto puede ser por dos razones: Si los papás tienen déficit atencional, son un poquito desordenados entonces el niño aprende a ser desordenado con ellos. Lo otro es que haya una transmisión genética”, agregó, aunque destacó que “si bien los factores de crianza o ambientales son importantes, los factores genéticos son tremendamente fuertes en el Déficit Atencional”.
Aboitiz señaló que frente al factor genético es que no sabemos qué genes están involucrados. “Hay algunos genes, que son del sistema dopaminérgico, los que han mostrado la correlación más fuerte y esto ha llevado a la hipótesis de que hay un déficit dopaminérgico en el Déficit Atencional. Esto no excluye que haya otros genes que también están involucrados”, explicó.
En el marco de esta hipótesis, el biólogo explicó que existen dos formas de liberación de dopamina:
– Por un lado, las neuronas pueden librar dopamina en grandes cantidades, pero en corto tiempo. Esto se llama la liberación fásica y ocurre cuando aparecen estímulos que son relevantes para uno. Esta liberación produce una activación importante de ciertos circuitos que son los que están involucrados en la conducta que está ocurriendo y se apagan todo el resto. Básicamente es un foco intenso en el objetivo.
– Por otro lado, está la liberación tónica, que es la liberación en pequeñas cantidades, pero de forma constante. La dopamina de liberación tónica hace todo lo contrario que la fásica, ya que genera múltiples focos de actividad, es una actividad dispersa. Esta liberación tiene que ver con nuestro estado más general, más a largo plazo. Con poca liberación tónica, vamos a tener un estado de mucha distracción, no nos vamos a poder concentrar en nada. Si tenemos mucha liberación, vamos a tener mucha ansiedad.
Aboitiz destacó que estas dos formas de liberación alternan entre una y otra, y desarrolló, mostrando experimentos de condicionamiento clásico, cómo funciona la liberación de dopamina en la conducta:
- Ante estímulos positivos e inesperados, y asociaciones con eventos que predicen dichos estímulos: predicción y aumento de liberación fásica.
- Si tras el evento asociado que predice dicho estímulo, no se produce el estímulo, se produce una depresión de dopamina, pero si le llega a destiempo, se vuelve a liberar dopamina.
- Finalmente, en condiciones de incertidumbre, en el intervalo entre el evento asociado que predice el estímulo, y el estímulo en sí, hay un aumento de liberación tónica.
Aboitiz precisó después que este modelo está siendo revisado porque en un estudio (Two types of dopamine neuron distinctly convey positive and negative motivational signals: Masayuki Matsumoto y Okihide Hikosaka) encontró que existe una población de células dopaminérgicas que se activaban con el refuerzo positivo, pero también se activaban con el refuerzo negativo. Incluso hay algunas que se activan con refuerzo negativo y no con el refuerzo positivo.
“Básicamente, la dopamina regula nuestra conducta frente a los estímulos que tienen valencia positiva o negativa para nosotros. Es un elemento que nos permite predecir a través del reflejo condicionado, cómo es el futuro inmediato o no tan inmediato de ciertos eventos”, agregó.
Ante este contexto, indicó que el ser humano está siempre oscilando entre el foco y el entorno; y el balance entre estos dos elementos es lo que da la acción efectiva. Mientras tengamos un mejor balance entre estas dos cosas, vamos a tener un mejor desempeño en la tarea. Por esta razón, afirmó que en el déficit atencional hay un desbalance entre la actividad fásica y tónica.
“La diferenciación entre la red ejecutiva y la red por defecto, la red en reposo, es pobre en el déficit atencional, que probablemente refleja un estado más inmaduro del desarrollo cerebral, porque estas dos redes se van separando a lo largo de la historia individual de la persona”, agregó.
Desarrollo del lenguaje humano
Durante la segunda mitad de la presentación, Aboitz desarrolló el tema del lenguaje humano, lo que nos hace distintos de otros animales: “nosotros podemos hablar de las cosas que están presentes y de las cosas que no están presentes”.
“El habla es un rasgo propio de la especie humana, que se originó después de que nos separamos del chimpancé y básicamente la hipótesis, es que hay una amplificación de la capacidad de memoria de trabajo bocal en el origen del habla”, agregó.
Aboitz destacó que este impulso de los seres humanos respecto de otros animales ha sido causado por unas pocas mutaciones que se reorganizaron en nuestros cerebros; y nuestra capacidad de entender el mundo, para comunicarnos con otros y para manipular nuestro entorno. Estos cambios pueden haber sido causados por mutaciones genéticas clásicas.
Además, señaló que a nivel conductual, hay modificaciones culturales que pueden influenciar en el desarrollo plástico del cerebro, produciendo reordenamientos de conexión en formas que no entendemos completamente aún, y que pueden contribuir a reconectar nuestros cerebros para el lenguaje.
Al respecto, Aboitz desarrolló la presentación mostrando distintos estudios sobre el desarrollo del lenguaje humano en base a la hipótesis de Alan Baddeley sobre la memoria de trabajo.
El ciclo de Jornadas de Neuropsicología Clínica continuará el próximo jueves 13 de septiembre con la presentación de “Neurociencia y Educación” que llevará a cabo Sergio Mora, Jefe del Laboratorio de Farmacología del Comportamiento, de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y Director de las jornadas de Aprendizaje, Educación y Neurociencias. Para más información, puede visitar el siguiente link: http://www.cedeti.cl/noticias/jornadas3/
Fuente: CEDETI.cl