En el patio de la Escuela de Psicología este semestre se plantó una patagua, árbol nativo que busca homenajear al psiquiatra alemán Manfred Cierpka, quien en su paso por Chile dejó un relevante legado en el área de la psicoterapia y cimentó las bases del actual Instituto Milenio de Depresión y Personalidad (MIDAP).
Amigos, cercanos y colegas del psiquiatra alemán Manfred Cierpka (1950-2017) participaron de un emotivo homenaje al fallecido investigador de la Universidad de Heidelberg, este semestre en la Escuela de Psicología. En la ocasión, se plantó una patagua que busca recordar el legado de quien fuera el impulsor del actual Instituto Milenio para el estudio de Depresión y Personalidad (MIDAP).
Cierpka tuvo un importante vínculo con Chile a través de proyectos de investigación que incluyeron la difusión del Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado (OPD), una herramienta de psicoterapia que él ayudó a crear en los años 90. La directora de MIDAP y académica de la Escuela de Piscología, Mariane Krause fue una de las participantes del homenaje, quien se refirió a la calidez de Cierpka y destacó “su fe en las nuevas generaciones”, al igual que su disposición para compartir conocimiento.
Uno de los nexos de Cierpka en Chile fue el Dr. Guillermo De la Parra, profesor de la UC e investigador de MIDAP, quien lo conoció en Alemania en 1983, cuando ambos estaban haciendo estudios de especialización. La amistad fue la llave para que Manfred Cierpka trajera su conocimientos y proyectos a Chile.
“A partir de 2005 y hasta la fecha empezamos a organizar cursos de Diplomado sobre OPD-2, al principio bajo el paraguas del Heidelberg Center y luego de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con un intenso intercambio con la Universidad de Heidelberg, lo que sirvió como estímulo para la organización de los programas de doctorado y más adelante del Núcleo e Instituto Milenio, donde el sistema OPD ha jugado su rol”, destacó el Dr. De la Parra.
Otro de sus amigos chilenos de larga data, el Dr. Juan Pablo Jiménez –académico de la U. de Chile y también investigador de MIDAP-, también conoció a Manfred Cierpka en Alemania, como estudiante de Doctorado. En el homenaje recordó el último encuentro que tuvo con él, pocos meses antes de que falleciera de cáncer.
“Con lucidez me contaba de sus sentimientos, de su ambición por triunfar, y de su satisfacción por haber alcanzado todo lo que alguna vez soñó”, dijo el Dr. Jiménez.” Nunca, sin embargo, olvidó o mostró desprecio por sus orígenes. Prueba de esto fue su interés profesional y académico en los exitosos programas de Prevención Temprana que montó, uno de los cuales llevó precisamente el título ‘Que ninguno se caiga por los huecos de la red’”.
Manfred Cierpka nació en un hogar humilde, y gracias a sus talentos innatos y una beca estatal, logró estudiar Medicina y romper las barreras de la desigualdad. Por eso dedicó su vida profesional a desarrollar programas en beneficio de los niños, de las familias, y de la prevención de la violencia doméstica.
El impacto de su trabajo fue tal que Alemania le otorgó la Cruz Federal al Mérito, en reconocimiento porque “estableció con fuerza el concepto de Ayuda Temprana, y sus propuestas ayudaron a muchos niños y a sus familias, contribuyendo así a mejorar la sociedad”, como se destacó en aquella ocasión.
En el homenaje efectuado en la Escuela de Psicología UC no sólo estuvieron los amigos y colaboradores de Cierpka, sino también sus alumnos de varias generaciones. Francisca Pérez, investigadora de MIDAP, una de las profesionales chilenas que siguieron sus pasos y profundizaron estudios con él.
“Él fue muy receptivo desde el inicio, y muy generoso. Cada uno de los programas que sabía que a mí me interesaban, me los mostraba. Me mandaba a la biblioteca, y después me regalaba el material”, recordó la joven profesional. “Me invitaba a conversar, a que le hiciera preguntas, me hacía conversar con el equipo, me presentaba gente. Esa es una de las cosas que más me llamó la atención: su generosidad, que es algo muy destacable, y sobre todo en un académico que tiene tanta trayectoria y experiencia”.
Otro de los grandes aportes que hizo Manfred Cierpka en nuestro país fue impulsar un posgrado en Psicoterapia al alero de la Universidad de Heidelberg, donde él trabajaba. El proyecto tomó vuelo y se convirtió en 2007 en el Programa de Doctorado en Psicoterapia conjunto entre la U. de Chile y la U. Católica, siempre con la colaboración de la institución alemana.
Walter Eckel, representante del Heidelberg Center para América Latina, con sede en Chile, recordó que “en esta historia de éxito, el nombre de Manfred Cierpka merece un lugar de honor. Su lealtad y cariño frente a sus amigos, su amor por este país tan lejano –para él sus viajes a Chile con su esposa Astrid siempre fueron el highlight del año- y su vocación como investigador y profesor han enriquecido a innumerables colegas y amigos. Sin duda Manfred fue un grande, pero sin aires de grande”.
Fuente: Julio E.De Villegas, MIDAP.org