El evento duró cuatro días y contó con la participación de especialistas de 47 países, entre ellos Urs Nater, director del Laboratorio Biomédico y de Música y Salud de la Universidad de Vienna, quien explicó el efecto indirecto de la música en la salud, gracias a la reducción del estrés.

Setecientos trabajos de investigadores de 47 países con temáticas como obesidad, cáncer, stress, VIH, estilos de vida saludables, el poder de la música en la salud, entre muchos otros, se presentaron en el Congreso Internacional de Medicina Conductual en Latinoamérica, organizado por la Sociedad Internacional de Medicina Conductual (ISBM) y la Sociedad Chilena de Medicina Conductual y Psicología de la Salud, presidida por Eliana Guic, académica de la Escuela de Psicología UC.

“Estamos estudiando qué factores psicológicos, cognitivos, emocionales, conductuales son los importantes, y cómo debemos manejarlos en cada enfermedad. Diseñamos intervenciones multidisciplinarias y evaluamos su efectividad respecto de tratamientos más convencionales”, dijo Guic en este encuentro patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y el Ministerio de Salud.

En la instancia, y a través de sesiones de networking, expertos, profesores y estudiantes de todo el mundo intercambiaron información sobre sus trabajos y generaron importantes conexiones. “Es muy importante transmitir el mensaje de que la conducta afecta a la salud y que tenemos técnicas con las cuales podemos modificar patrones de conducta que pueden prevenir o ayudar a manejar enfermedades”, agregó Frank Penedo, presidente de ISBM.

Expositores principales 

El primer día del congreso contó con la exposición “The Power of Music: is listening to music good for your health?” de Urs Nater, director del Laboratorio Biomédico y de Música y Salud de la Universidad de Vienna, quien explicó de qué forma el escuchar música ayuda indirectamente a la salud, gracias a la reducción del estrés. “El tiempo que escuchamos música y el volumen con el que lo hacemos tiene un efecto directo en el sistema cardiovascular y el sistema nervioso central”, dijo.

Según investigaciones hechas por Nater, el estrés disminuiría tras un lapso de 20 minutos escuchando música, lo que depende también del volumen y tipo de música que escuche la persona. Por ejemplo, canciones como “Air on the G String” de Sebastian Bach, y “Deep Breakfast” de Ray Lynch, usadas en su estudio, ayudan a liberar el estrés más efectivamente. “En el futuro estudiaremos a las personas que cantan en coros para medir el impacto del efecto de la música en su salud”, agregó.

En el congreso también participaron Amelie Ramírez, líder en investigaciones sobre el cáncer y enfermedades crónicas, así como en la promoción de una alimentación saludable y la actividad física entre los latinos de los EE.UU a través del programa multimedia Salud América, quien expuso al doctor chileno Klaus Puschel, director de la Escuela de Medicina UC hasta 2017, reconocido por sus investigaciones en prevención primaria del cáncer, en un panel sobre estrategias para lograr estilos de vida saludables y reducir la obesidad y el cáncer.

Y expertos como Erica Sloan, pionera en estudios sobre la contribución del estrés a la progresión del cáncer; Chengxuan Qiu, quien estudia la epidemiología de la demencia, el estilo de vida y los factores vasculares para el envejecimiento cerebral; y Carol D.Ryff,  cuyo modelo de bienestar psicológico es un referente mundial y se ha traducido a más de 35 idiomas, mostrarán datos importantes de sus últimas investigaciones.

Revisa el trabajo que realiza Urs Nater con el impacto de la música en la salud aquí: Musicandhealthlab.com.

Conoce el detalle de este congreso y los expertos que participaron aquí: https://issuu.com/zentidos/docs/icbm2018_program_book?e=5521120/65519331